Brasil no tenía la calidad de otras ocasiones y decidió apostar por el juego duro para intentar equilibrar la contienda. Las selecciones participantes pudieron inscribir a jugadores nacidos a partir del 1 de enero de 1982. El ganador del título fue la selección de Brasil que superó en la final a Australia mediante los tiros desde el punto penal. Fue el 9 de octubre de 2014 y significó la primera derrota del equipo nacional en un partido de clasificación desde el 7 de octubre de 2006, después de 36 partidos sin conocer la derrota. Se trataba de la primera derrota del equipo nacional en la fase final de esta competición tras 12 años y 14 choques disputados sin conocerla.




